Han pasado más de cien años desde 1910, cuando Vincenzo Toso, bisabuelo de los actuales propietarios de la empresa, trasladó la empresa de la zona de Asti a Santo Stefano Belbo. De esta manera, las bodegas de Toso pasaron de un mundo de colinas donde dominaban las uvas Barbera a otra zona montañosa donde prevalecía el Moscatel. Vincenzo fue sucedido por su hijo Pietro y luego sus dos hijos, Luigi y Vincenzo, quienes continuaron la tradición familiar que cada vez se enriquecía con ideas nuevas y calificadas.
Actualmente, hay tres figuras que llevan a la casa de Toso, los dos hermanosPietro y Gianfranco y su primo Massimo, cada uno de ellos comprometido en responsabilidades específicas.
Una red interminable de colinas y valles tornan esta área especial, Langhe. Aquí, la vid y el vino se han cultivado y elaborado desde tiempos inmemoriales. Dentro de la colina hay un suelo sólido pero acogedor, la “tierra blanca”, hecha de marga calcárea y, a veces, con una sutil infiltración de arena.