De Vins Menorca surgió de una afición que se transformó en pasión hasta convertirse en la gran distribuidora y comercializadora que es hoy. Un sueño hecho realidad que empezó a caminar en 1993 de la mano de Curro Frau tras aterrizar en la isla. Del garaje de casa creció a una nave compartida en el polígono de Mahón en 1999, cuando se incorporó su amigo Dani Boix, actual gerente y propietario. Dani había regentado junto a Reme Benavent el Villa Madrid, uno de los restaurantes estrella del momento cuya carta de vinos sobresalía por su osadía y originalidad. El equipo en De Vins Menorca se completó con Xavi Solano, amigo común que aportó un gran conocimiento del sector vitivinícola.
El encaje de estos tres mosqueteros sumado al entusiasmo que sentían por el mundo del vino les llevó a perseguir un modelo de distribución similar a otros de referencia en nuestro país como Vila Viniteca o Cuvée 3000. Por ello De Vins Menorca se convirtió en la primera empresa en llevar a la práctica el servicio de distribución de botillería para restauración, en vez de venta de caja entera y también fueron pioneros en confeccionar cartas de vinos para sus clientes. Esta visión del negocio les posicionó enseguida como distribuidores de confianza para el sector de la restauración. En 2001 abrieron la tienda del Camí de Ses Vinyes, un local de 180 metros cuadrados que complementaron con una sala de catas contigua para ofrecer degustaciones y sesiones de formación a restauradores y público en general. Veinticinco años después, De Vins Menorca forma parte del paisaje del vino de la Isla.