La Vieille Ferme produce vinos auténticos, genuinos y sabrosos añada tras añada desde 1970. Presente en las listas de algunos de los mejores restaurantes del mundo, así como en las de los mejores bistros, La Vieille Ferme es unánimemente reconocida por sus vinos afrutados y sin pretensiones que definen el verdadero arquetipo del placer: autenticidad, sinceridad y sabrosura.
La familia Perrin, también propietaria del Château de Beaucastel, busca los terruños más adecuados para que cada variedad (garnacha y syrah) alcance la madurez perfecta. Es por ello que cada uva se vinifica por separado y se recolecta en un momento preciso, determinado principalmente por degustaciones de las bayas. A su llegada a la bodega, la uva se despalilla y estruja. La extracción se realiza durante la fermentación en cubas de cemento mediante remontados. Después de la fermentación, los vinos se descuban y luego se ensamblan antes de iniciar una crianza que dura 10 meses y se reparte entre barricas de gran volumen y depósitos.