En Pazo de Barrantes llevan desde 1511 en la búsqueda incansable de la excelencia, motor de a dedicación diaria y objeto de la paciencia y saber hacer de un equipo que persigue siempre la máxima calidad y autenticidad.
Tras años disfrutando de Pazo Barrantes, fruto de un terruño de extraordinaria calidad y de una elaboración meticulosa y equilibrada, la admiración y el respeto por la uva albariño llevó la bodega a tomar la arriesgada decisión de retirarlo del mercado durante dos años para regalarle una crianza más consentida, un pequeño aporte de barrica de acacia, un embotellado más tardío y un proceso de maduración en botella más reposado para crear el nuevo Pazo Barrantes.
Diez años de investigación y un minucioso trabajo en el viñedo para optimizar la calidad de la uva y hacer una selección exclusiva de la misma, han sido necesarios para llevar a cabo este nuevo proyecto que vio la luz con la añada 2019 y que supuso el punto de partida de la nueva era de Pazo Barrantes.