Las pequeñas parcelas de Milsetentayseis
se enclavan en una de las
zonas más singulares de la Ribera
del Duero: Fuentenebro. Su pasado
minero revela unos suelos arcillosos
de tono rojizo donde encontramos
feldespato, cuarzo y mica que otorgan
un carácter único a estos viñedos. El
clima extremo y la altitud, por encima
de los mil metros, son características
determinantes. Un viñedo ancestral
que ha trascendido a los años y que
descubre un pasado de una riqueza
varietal extraordinaria que se busca
preservar y visibilizar. El proyecto de
identificación y recuperación de variedades
ha conseguido contabilizar
hasta veintiséis categorías diferentes
en apenas unas seis parcelas. Viña
vieja que convive con nuevas plantaciones
pensando en el futuro.
Una elaboración minuciosa
La uva de Milsetentayseis Tinto 2020
fue recolectada manualmente tras
una primera selección exhaustiva
de racimos en cada parcela. Posteriormente,
en bodega, se realiza una
doble selección: de racimo y de baya.
En su elaboración, se otorga especial
relevancia a la materia prima y su
procedencia de tal manera que cada
parcela se vinifica por separado. Se
busca potenciar la máxima expresión
de cada viña y suelo. Para ello,
en bodega se cuenta con diferentes
formatos para la vinificación: desde
microvinificadores de seiscientos litros,
hasta pequeñas tinas de madera,
depósitos de hormigón e inoxidable,
icosaedros (diamante) e, incluso, ánforas
de barro. Milsetentayseis Tinto
ha pasado dieciocho meses de crianza
en barricas y foudres de roble francés
y hormigón y doce meses de crianza
en botella antes de salir al mercado.
El vino, para una mayor protección,
contiene sulfitos. Fue embotellado en
la primavera de 2022