Nuestra bodega nace como un emprendimiento familiar. En nuestro caso, impulsado por el amor hacia el campo y sus frutos. Crecimos de la mano de una premisa fundamental: el trabajo a pequeña escala ofrece siempre mejores resultados. Para lograrlo, cuidamos y seguimos todo el proceso celosamente, desde el viñedo hasta la copa. Creemos que este es el camino para, a largo plazo, reflejar en nuestros vinos la personalidad que nos identifica.
Los predios se encuentran en dos zonas con gran tradición vitivinícola en el Sur de Uruguay, muy próximos al mar. Nuestros viñedos se sitúan sobre terrenos de buena fertilidad, de buen drenaje y un perfil diferenciado por la presencia de carbonato de calcio. Estas características los hacen muy adecuados para la obtención de vinos concentrados con gran potencial de guarda.